viernes, 4 de mayo de 2012

De los mismos de "Fruit Company" a Chiquita Brands, asesinos de miles de colombianos





Tatiana Acevedo en el Espectador: El tamaño sí importa


Lo importante de esta historia, es que la Fruit Company que en ese entonces protagonizó una de las matanzas más sangrientas a los trabajadores de las bananeras, cientos de colombianos que les exigían un trato digno y que no les robaran sus salarios, es ahora Chiquita Brands International muy popular en el viejo mundo de oriente y occidente, pues sus consumidores y compradores piensan que la marca trae consigo la alegría y calor del trópico, lo que no saben, es que además trae consigo el calor de las balas que asesinan sindicalistas, indígenas y campesinos que trabajan para ellos, o bien, de gentes desplazadas de sus tierras para siembra de banano, piña y otras de frutas que comercializan.

Si, aún después de casi 80 años después de la masacre de las bananeras, que además se efectuó con complicidad de los gobernantes colombianos de turno; en el presente la multinacional aceptó ante una corte federal de estados unidos su participación y financiación de grupos ilegales paramilitares de Colombia, protagonistas de masacres.

"El 14 de marzo de 2007 Chiquita Brands fue multada por U$ 25 millones como parte de un caso por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por tener lazos con los grupos paramilitares colombianos."

Ahora usted, luego de comerse un banano o piña con marca Chiquita Brands debería notar en las frutas el sabor metálico de la sangre de gente la inocente, que con el patrocinio de esta compañía, fue asesinada.

2 comentarios:

  1. Excelente entrada, muchas gracias. El modelo depredador se extiende y se muta.

    ResponderEliminar
  2. Y para acotar, una perlita. El juzgado de Medellin que estaba siguiendo el caso por financiamiento de paramilitares en el Uraba, fue desaparecido y sus intregantes trasladados por lo que tocó entregar el caso a otro juzgado que lo cerró por falta de pruebas, precluyó y la multi se corrió de Colombia sin pena alguna.

    ResponderEliminar